El Departamento de Innovación coordina al resto de departamentos, establece las directrices y selecciona cuáles serán los siguientes proyectos a desarrollar.
La mayoría de los fenómenos que se producen en el interior de nuestro organismo sufren una oscilación, que se repite cada 24 horas. Hay cambios en la presión arterial, el azúcar, la producción de hormonas, sueño y la temperatura corporal, que suele disminuir durante la noche o aumentar por el día. También existen otros ciclos más rápidos (intradiarios) o más lentos y sutiles como el ciclo lunar, las semanas o las estaciones todos ellos producen cambios fisiológicos directos o indirectos cuyo conocimiento y aplicación para mejorar la calidad del sueño, abre un campo absolutamente novedoso en ESCI.
En los últimos años el desarrollo de las nanotecnologías y los nuevos materiales ha sido exponencial. Su aplicación en ingeniería biomédica está dando frutos y han demostrado ser un mecanismo biocompatible y funcional para el ser humano.
La línea de nanotecnología investiga sobre nuevas tecnologías que previenen los trastornos del sueño, reducen los riesgos biológicos, mejoran el confort del durmiente y potencian la función reparadora del sueño.
La actividad física y el deporte son esenciales para mantener un buen estado de salud. Hoy en día el deporte se practica habitualmente llegando a ser un estilo de vida ya no sólo para los deportistas de élite sino también para un grupo numeroso de población que compite en categorías no profesionales ocupando una parte importante de su ocio. Su práctica fatiga al cuerpo y la mente y es entonces cuando la recuperación es esencial.
La línea Deporte y Recuperación investiga sobre las mejores tecnologías para estimular la recuperación física y mental del deportista en su entrenamiento diario, en competición y en especial en la recuperación detrás de una lesión con o sin intervención mejorando su rendimiento.
Los TME son el resultado de patologías pero también de actividades diarias repetitivas (laborales o no), del envejecimiento, de riesgos posturales o incluso son la consecuencia de la somatización del estrés y la ansiedad que sufren algunas personas. Los TME como por ejemplo las cervicalgias y lumbalgias, condicionan la calidad del sueño ya que influyen en las molestias y las posturas para dormir, provocan interrupción del sueño y alteran la latencia y el tiempo efectivo de sueño.
La línea TME investiga en sistemas preventivos y paliativos para que los apoyos corporales durante el sueño no fatiguen las zonas más vulnerables del sistema musculoesquelético.
En los primeros años de vida una buena calidad de sueño es fundamental para el desarrollo físico, intelectual y conductual de la persona. Sin embargo una tercera parte de los niños padece un problema o trastorno del sueño que deriva en patologías como por ejemplo la obesidad infantil y la hiperactividad. Además, la vulnerabilidad de los niños hace que los riesgos asociados al sueño puedan abarcar riesgos químicos, físicos, mecánicos, ergonómicos y biológicos.
Esta línea genera conocimientos y oportunidades de desarrollo vinculadas a la reducción de riesgos como la muerte súbita del lactante, el insomnio infantil o la apnea-hipopnea.
La microbiota humana es un complejo ecosistema de más de 10^14 bacterias y otros seres vivos, como virus bacteriófagos y levaduras, cuya función es mantener la diversidad de especies. En conjunto, se calcula que en cada ser humano residen a nivel del tracto digestivo entre 10 y 100 trillones de microorganismos. El microbioma es el conjunto de genes de la microbiota, que supera unas 100 veces el número de genes humanos. Este genoma colectivo da lugar a funciones que de forma aislada no podrían tener lugar. Se trata por tanto, la microbiota, de un ecosistema simbiótico con el ser humano, que interviene de forma esencial en el metabolismo de nutrientes y medicamentos, en la regulación de vías metabólicas, la motilidad intestinal, el desarrollo del sistema inmune de mucosas y sistémico, el mantenimiento de la integridad del epitelio intestinal, respiratorio y cutáneo, la producción de vitaminas y micronutrientes y metabolitos neuroactivos. La microbiota humana depende del ambiente, la alimentación, factores externos como el uso de medicamentos, de la edad,…, y varía entre individuos dentro de un cierto rango. Uno de los campos de investigación llevados a cabo por ESCI se centra en la relación entre microbiota y sueño, aspectos especialmente importantes en las primeras (colonización) y últimas (disbiosis) etapas de la vida.
Existen 6 grupos de trastornos del sueño según la clasificación ICSD-2 (AASM): Insomnio, Trastornos Respiratorios, Hipersomnias, Trastornos del Ritmo Circadiano, Parasomnias y Trastornos del Movimiento cada uno de ellos precisan medidas preventivas, análisis y tratamiento.
La línea de Trastornos del Sueño y Prevención investiga en aquellas tecnologías que podrían prevenir, diagnosticar, monitorizar y tratar cualquier alteración del sueño que influya en la salud, productividad y rendimiento de las personas.
