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El Instituto Europeo de la Calidad del Sueño, ESCI, ha puesto a disposición de los padres y madres una Guía del Sueño Infantil que permita conocer la influencia del descanso de calidad en el crecimiento de los más pequeños. La publicación, gratuita y disponible online, explica cómo es el sueño del bebé, qué problemas genera una mala calidad del descanso, y qué consejos se pueden seguir para establecer pautas y rutinas que ayuden a conciliar el sueño.
La guía está elaborada por dos prestigiosos doctores, el pediatra Gonzalo Pin, y el doctor ingeniero, Tomás Zamora, ambos pertenecientes al equipo de investigadores de ESCI.
Con la divulgación de esta Guía, el Instituto se suma a la celebración del Día Mundial del Sueño que desde hace doce años conmemora la World Sleep Society cada 15 de marzo, para concienciar sobre la importancia de un descanso de calidad. El lema de 2019 en todo el mundo es “Sueño saludable, envejecimiento saludable” porque cuando el sueño falla, la salud disminuye, y también la calidad de vida, asegura en su manifiesto la asociación.
El área de Pediatría, Puericultura y Sueño de ESCI se ha centrado en el sueño del bebé porque marcará aspectos tan relevantes como la conducta, el rendimiento escolar o el crecimiento, influyendo incluso en la predisposición al sobrepeso y la obesidad infantil. Y cuando el bebé crece está formando las bases para soportar el enorme desarrollo que sufrirá hasta el final de la adolescencia y aprendiendo los hábitos del sueño que le van a acompañar a lo largo de su vida.
La Guía del Sueño Infantil incluye una serie de consejos para que el bebé duerma bien en sus dos primeros años de vida. Entre ellos están establecer una rutina para dormir, que puede incluir un baño relajante, cena y cuento, evitar el colecho reactivo, no encender la luz de la habitación para evitar que retrase el sueño del bebé, o no estimularlo antes de dormir. También aconseja evitar frases como “castigado y a la cama” que establecen una asociación negativa al sueño y recomienda mantener la temperatura ideal entre los 19 y 21 grados centígrados, y consultar al pediatra ante cualquier anomalía detectada en el sueño.
